Situación

Para acceder al barrio de Agirre (también conocido como barrio de San Martín), debemos tomar la carretera Bergara-Mondragón y desviarnos a la derecha hacia la fábrica Otsein-Candy; una pista en leve pendiente conduce a nuestro destino. Este lugar está a 2 km. del casco de Bergara. Es un pequeño núcleo de caseríos en torno a la ermita, hoy convertida en dos viviendas, aunque sigue conservando la estructura antigua. El edificio de la ermita, era y es de planta rectangular con tejado a dos aguas, muros de mampostería y esquinales de sillar. Era la parroquia de esta zona, donde el 25 de marzo se reunían en hermandad, traían el ganado y hacían la cena allí mismo. Estos actos se conservaron hasta mediados de los años 80.

Monumentos

El Hórreo de Agirre (también conocido como de Agarre)

Siguiendo la carretera de las inmediaciones de la ermita, se llega enseguida al Hórreo de Agirre, adjunto al caserío del mismo nombre. Hórreo denominado en euskera, "Garaixe" y "trokia".

Es el único hórreo auténtico que existe en Guipúzcoa, de la primera mitad del s. XVI. Fue restaurado durante los años 1983-1985 por el Ayuntamiento, que es el propietario de este monumento. Según los documentos de investigación de D. Telesforo de Aranzadi, se cree que el caserío fue la casa de nuestro Santo San Martín de Agirre, la misma que aparece en el cuadro de beatificación, un gravado del año MDCCXLI, junto al escudo de Bergara.

Es de construcción valiente y singular dentro de los hórreos vascos. Tiene cubierta a dos aguas, destacando sus fuertes voladizos (enlazados los del suelo y cubierta por jabalones o tornapuntas). Su estilo de construcción, tanto en la forma de cubierta (a dos aguas con amplios faldones) como en la forma de realizarse sus voladizos, es típicamente vasco y del más puro y autóctono arte popular nuestro, con abundantes tornapuntas. Todo lo cual lo hace sustancialmente distinto de los asturianos y otros de nuestra región, demostrándonos así, una vez más, el gran entusiasmo de los antiguos constructores vascos por los amplios aleros que tanto abundan en Bergara.

Los cerramientos y separaciones del mismo, están hechos en madera de roble perfectamente machihembrada, sin clavazón alguna, en singular disposición. Se accede a él por medio de una escalera, dispuesta perpendicularmente a la fachada principal del caserío. La escalera da al descansillo, que tiene antepecho y abre paso a las otras dependencias. En el interior se encuentra una gran arca de madera, con antepecho y compartimentos, para guardar cereal. A ambos lados de la cámara hay departamentos utilizados para conservar y secar frutos.

En la planta baja, junto a los pilares, bajo el gran alero y el voladizo de la primera planta hay un espacio que estuvo cerrado y se utilizaba de trastero o para guardar los aperos de labranza. Actualmente esta parte ha quedado libre de muros y edificios anexos que impedían la vista de los pilares, troncos de pirámide de arenisca, que sostenían el hórreo.

El caserío de Agirre

El caserío en su estado inicial, lo fue sin el pórtico situado en su fachada principal, junto al hórreo. Dicho adosado fue probablemente construido en el s. XVIII.

El primitivo edificio tiene en su interior unas puertas ojivales y entramado de madera apto para restaurarlo y convertirlo en museo etnográfico, aunque aisladamente su valor no sea excesivo. Este conjunto de hórreo, caserío y entorno, tienen valor suficiente para convertirlos en Monumento Histórico-Artístico de carácter provincial.

Palacio Aumategi

Frente al hórreo y caserío de Agirre, se encuentra, en un cerro de poca altura, el Palacio Aumategi. Es un edificio de gran belleza arquitectónica.