¡Podemos evitar generar tanta basura!
Tras la recogida selectiva de residuos se encuentra la filosofía Cero Basura Se trata de evitar que los residuos que generamos se conviertan en basura cuando su reciclaje sea posible y nos permita alargar su ciclo de vida.
Los residuos son recursos de gran valor
Residuos y basura son dos conceptos que a menudo se utilizan indistintamente pese a que tienen diferente significado, de hecho, la basura la generamos cuando mezclamos los residuos.
Siendo esto así, debemos saber que los residuos que se recogen para reciclarlos no son basura, sino importantes recursos. De hecho, tienen valor económico: en 2011, por ejemplo, Debagoieneko Mankomunitatea obtuvo una ingresos que ascienden a 469.643 euros al vender el papel, cartón y los envases ligeros recogidos.
Sin embargo, tratar los residuos como basura sale caro. Ese mismo año, 2011, el tratamiento de basura mezclada recogida supuso un coste de 2.165.663 euros.
De todas formas, el coste no solo es económico. Al tirar los materiales al vertedero se pierden valiosos recursos naturales. Esto perjudica a la naturaleza ya nos obliga a explotar nuevos recursos (como es el caso del papel y del metal, por ejemplo) o a volver a generarlos a través de procesoso industriales que a menudo perjudican la naturaleza (como los plásticos y el vídrio).
¿Qué es el rechazo?
El rechazo es material inorgánico que no se puede reciclar. Forman parte de esta fracción los siguientes: polvo de barrer, colillas, vasos y platos rotos, bolígrafos, compresas, preservativos y pañales.
El sistema de recogida condiciona la cantidad de rechazo que se va a generar, y esto es lo que nos muestra la gráfica de abajo (donde "errefusa"=rechazo; "gaika"=por fracciones; "errefusa"=rechazo; "birziklaezina"=no reciclable; "birziklagarria": reciclable; "atez ate"=Puerta a puerta; "5.edukiontzi"=5º Contenedor):
Con el sistema de recogida Puerta a Puerta se consigue recoger por separado casi la totalidad de la fracción orgánica. Sin embargo, puede que junto al rechazo se filtre una pequeña parte de materia orgánica y, por pequeña que sea, es motivo suficiente para no poder enviar el rechazo recogido directamente a los vertederos de inertes.
En primer lugar, se debería analizar por qué se genera y cómo podemos minimizar esta parte no reciclable de los residuos. Mediante separación mecánica, se clasificarían los diferentes materiales reciclables que pudieran encontrarse en el rechazo y habría que tratar la materia orgánica recogida para su estabilización. Una vez estabilizada, sería posible almacenarla en una planta para inertes, que a diferencia de los vertederos actuales, no emitiría malos olores, gases y lixiviados contaminantes.
De los sistemas de recogida de residuos que conocemos actualmente, únicamente el sistema de recogida selectiva nos permite reducir el porcentaje del rechazo al 10%.