Nació en Bergara el 19 de Septiembre de 1887, ordenándose sacerdote el 23 de Diciembre de 1911. Gran organista y compositor. Vivió hasta su muerte (05-02-1965) en Bergara y nunca quiso salir de aquí, donde llegó a ser una figura entrañable. Es autor de obras notables de música coral religiosa y profana. Conoció como nadie los secretos del órgano de la parroquia de San Pedro y fue reconocido como artista indiscutible. Recordar aquellas sonoridades impresionantes que el órgano Stoltz adquiría cuando era tocado por don Eustaquio, constituye un verdadero gozo...; y los trémolos de trueno en el "Veni Sancte Spiritus" que precedía a la Sequentia de Eslava del domingo de Pentecostés; y el manejo ágil y temperamental de los pedales; y el ejercicio gimnástico de los muchachos que se encargaban de proporcionar aire suficiente al órgano, pendientes de aquel timbre que hacía sonar cuando el instrumento "jadeaba", y de aquel trocito de cuerda rematado de plomo que le daba verticalidad y que subía y bajaba a medida que los fuelles se llenaban o desinflaban de aire.
¡Qué sudores para que Don Eustaquio no sintiera desfallecer el órgano, pero qué felices al final al resultar victoriosos en aquella lucha entre el organista que reclamaba más y más aire y los chicos que le proporcionaban todo lo que necesitaba!
Improvisaba de manera maravillosa, fundamentalmente sobre melodías y temas vascos. Formó un Coro notable de Hijas de María que actuaba en aquellas memorables novenas de la Inmaculada que consiguieron para Bergara un prestigio notable en la organización de solemnidades religiosas. Se nutría de él el Orfeón Bergarés y en él "pescaba" D. Román Oyarzabal para su sección de voces blancas del Orfeón.
"Crónicas de Bergara". Autor: Donato Gallastegui.